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viernes, 14 de enero de 2011

Expedición A Una Triste Realidad....

“Esta vez, tenemos el placer The Siren y Fin Del Camino, de trabajar en conjunto, por primera vez... Para experimentar más a futuro el fruto de nuestra obra.

Hemos trabajado muy detalladamente, dando un toque distintivo de cada mente para crear esta entrada llena de toques enigmáticos y palabras introspectivas. El esfuerzo y el planteamiento que cada quien realizó en este proyecto fue muy accesible y todo fue llevado en paz. La sinceridad y perspicacia de Miriam Carapia, junto con la extroversión y disimulo de Lio dieron como resultado un reclamo hacia la sociedad existente sobre un mundo regido por las tristes elecciones del ser humano para llegar al orgasmo mental, en este caso, los bienes y peticiones de un tercer individuo en su haber.

Lo que deseamos dar a entender, es que no busquemos ese beneficio falso de nuestra imagen... El final mismo lo deshecha y crea un ambiente de alivio "controlado"... Esperemos que les guste”:


¿Por qué las personas esconden su angustia? ¿Por qué solemos amar las cosas o a las personas más que a nosotros mismos? Estas preguntas suenan normales para todos cuando se busca algo más que una simple satisfacción, pero ¿Será que no sabemos querernos porque eso no se enseña o porque somos demasiado idiotas como para saber lo que ocurre y cómo podemos arreglarlo, pero no hacemos nada al respecto?

Y es sabido por muchos que pensar solamente en algo o en alguien tiene sus consecuencias; podría decirse que tendemos a buscar, además del regocijo, un poco de sufrimiento para equilibrar el asunto, pero a diferencia de lo que muchos tienen en mente, y en esto entramos nosotros, por lo que hemos vivido a lo largo de nuestras vidas es que la felicidad no la puede ofrecer nada ni nadie más que nosotros mismos, nuestras acciones, nuestros éxitos y fracasos... No los de alguien más.

Si uno se pone a pensar, la parte esencial que olvidamos para caer en la misma trampa todo el tiempo es que aceptar lo que tenemos, sin importar lo que sea, es la clave para sobrevivir sin complicaciones. ¿Qué más podemos necesitar sino lo que nos ha regalado la vida? Y es ahí donde entran una serie de propuestas bastante superficiales (entre ellas, el gusto y la enferma exigencia de otro ser humano a nuestro lado).

¿Porque quién dijo que se necesita de una pareja para ser felices? Es acaso que sí necesitamos a alguien que nos lave y nos planche o será que le tenemos miedo a la soledad, a las maravillosas oportunidades que nos ofrece, la de darnos el espacio para conocernos a nosotros mismos, saber lo que necesitamos, lo que queremos, lo que deseamos llegar a ser. Porque entonces sí, cuando sepamos bien quiénes somos y lo que nos haría mejores personas, pero sobre todo, amarnos a nosotros mismos, llegaríamos a querer a alguien más, pero por lo que es, no por lo que nos pueda ofrecer para saciar nuestra sed de intereses.

Si se comienza por olvidar los bienes, tenemos la tarea de continuar la pesada carga de auto evaluarnos para dar lo mejor de si: Despacio y sin prisas, tratar de observar dentro de nuestras mentes y vaciar las molestas telarañas de ignorancia que ensucian el pensamiento y nublan la poca luz que hay en todas las personas...

No es una tarea fácil; todos tenemos nuestras viejas heridas, las que yacen en el fondo de nuestras almas y que puede que sea lo que nos esté molestando y no nos deje seguir en paz. Por eso, démonos un tiempo, para buscar en el baúl de los recuerdos... Por más duro que sea, la recompensa será mucho mejor...

Recordemos que al mundo vinimos solos, que solos moriremos y no es odio contra nadie, pero tal vez sea necesario que vivamos solos... Al menos por un tiempo. Y si estamos listos para vivir con alguien porque ese alguien nos ayuda a ser grandes y a no sentirnos desgraciados, ¿Por qué no aumentar esa felicidad viviendo a su lado? Es una decisión difícil, puesto que no sabemos en realidad cómo es la soledad y la compañía... Pensaríamos en algo ya establecido, pero no se acercaría a lo que en verdad sentiremos en esos momentos... Es algo complicado de explicar (y reflexionemos un poco, quizás es algo imposible de todos modos).

"En el final, ambos creamos una fusión de las últimas ideas de cada quien... Pondremos ambas para darle un final abierto a todos lo que lean nuestra voz...":


Entonces amigos, siendo sinceros, esa expedición a nuestros propios recuerdos nos darán un tiempo indefinido de exploración, mientras tanto, lo único que podemos hacer, es encontrar el coraje suficiente para aceptarnos tal cual somos, de la mejor manera, sin complicarnos la existencia, sufriendo por quienes no nos merecen... Después de todo algún día encontraremos esa verdad... Una verdad lejana que poco a poco se asomará con el paso de los siglos... Esperando ese tenue final que alumbra el conocimiento...

Entonces, amigos, siendo sinceros, lo único que podemos hacer mientras encontramos ese coraje que se debe tener para aceptarnos tal cual somos, esa expedición a nuestros recuerdos con defectos y virtudes, éxitos y fracasos... Nos darán un tiempo indefinido de exploración... Vivamos de la mejor manera; una verdad lejana sin complicarnos la existencia que poco a poco se asomará con el paso de los siglos, sufriendo por quienes no nos merecen... Esperando ese tenue final que alumbra al conocimiento... Después de todo, algún día tendrá que pasar.












Agradezco infinitamente la colaboración de Lio de Fin del Camino para esta entrada,  gran amigo, gran compañero,  pero sobre todo gran persona, que me ha apoyado en todo lo que he escrito y siempre me ha aconsejado, me ha dado su opinión y lo mejor, sus críticas constructivas. Es el principio de inumerables colaboraciones (Si el así lo desea él, hehehe). Acepté la colaboración gustosa porque debo decir que soy fan de su blog y les invito a que lo visiten.  http://game-over-and-get-out.blogspot.com/

1 comentario:

  1. Y espero sea una de tantas veces juntos en esto de escribir... Fue muy divertido y con mucha reflexión. Necesitamos trabajar más como ese gran equipo que formamos acá y que en un futuro... Hablemos de algo más... Gracias, Miriam.

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