Photobucket

lunes, 31 de enero de 2011

Te propuse algo, algo sencillo pero para lo que habíamos vivido iba a ser muy complicado. Te propuse que no me olvidaras, al menos que no trataras de hacerlo, que recordaras la primera vez que estuvimos juntos, esa donde reímos sin parar por la cosa más estúpida que se nos ocurría, por nuestra dificultad para comunicarnos, pero que al final fue lo que nos había unido. Te propuse seguir queriéndome, sólo un poco, guardar por un pequeño lapso de tiempo ese sentimiento que habíamos compartido todas las noches desde que nos conocimos. Propuse ser la única mujer en tu vida, seguir sintiendome como la única a la que podías amar. Te propuse por último no hacer preguntas, llevar a cabo mis planes, esperarme hasta que yo tuviera ganas de empezarte a amar.

Sólo había dos cosas que no tomé nunca en cuenta: La primera, que cuando yo me quisiera acordar de que te quería ya habría pasado mucho tiempo y la segunda que cuando eso pasara tal vez tú ya no estarías ahí para ese cruel despertar.

jueves, 27 de enero de 2011

Es raro, siempre te apareces cuando menos estoy pensando en tí. Te apareces cuando acabo de repetir con voz culpable pero silenciosa tu nombre. Cuando subo el puente y me pongo a tomarle fotos al cielo y aún más cuando me bajo de él para en otro tiempo encontrarte ahí, esperándome al final, mirándome de arriba para abajo para el abrazo sin fin. Me impuse no pensarte, me dije a mí misma que debías descansar, pero es bien raro porque eres tú el que se aparece, no yo la que te sale a buscar.
Es raro porque te apareces cuando me salgo de bañar, cuando me voy a acostar no importa dos o tres de la mañana sobre mi almohada estás, no como era antes, yo sobre la tuya, robándome el calor de tu cuerpo hasta el despertar.
Me esperas mientras salgo por las tardes con mis amigos y no importa lo prolongada que se torne mi llegada a la casa estás ahí otra vez, esperando te vuelva a pronunciar.
Es bien raro, porque ya han sido muchas las veces que te sueño, te he soñado soñando, despierto, soñando despierto, soñado que despiertas y despertando de tus sueños. Te sueño riendo, te sueño en el parque, te sueño hablando de cosas sin sentido que nos hacen reir.

Pero es bien extraño, porque recuerdo que esto es un sueño y tambien recuerdo que quería olvidarte, por lo menos quedarme con los sueños y llegar así hasta el final.
El oficio de escritor es tal vez el único que se hace más difícil a medida que más se practica. García Márquez

jueves, 20 de enero de 2011

Es cierto, es cierto cuando me dicen que cómo te puedo amar, si ni siquiera te conozco, ni me conoces, no nos conocemos. Nunca te he visto a los ojos, ni me los has visto, creo que nunca nos hemos mirado. Tampoco me he atrevido a hablarte, jamás hemos cruzado palabra y si se habla de tocarse, nunca te he tocado ni con el dedo meñique, una caricia que mate. Pero que cómo he de amarte, si ni siquiera nos conocemos, nunca nos hemos visto de frente, ni escuchado siquiera las voces, no reconocería jamás la tuya y tú mucho menos la mía. Pero claro que te amo, si con el sólo verte a lo lejos, saberte en este mundo me haces tan feliz. Y no me importa si no nos conocemos o no te he escuchado hablar, porque en mi mente ya conozco tus ojos y tu voz, hasta tus besos. Reconozco cada una de las palabras que dices cuando empieza nuestra charla, conozco tus defectos y tus habilidades, conozco tus manías, sé que no te gusta bañarte por las mañanas y que prefieres usar playera de manga larga. Sé que te encanta la comida, pero más la que no se cocina en casa. También sé que no te importa lo que digan los demás y que se te olvidan los detalles más pequeños como que te amo y que sigo aquí, esperando a que voltees a la derecha y me puedas ver.

viernes, 14 de enero de 2011

Expedición A Una Triste Realidad....

“Esta vez, tenemos el placer The Siren y Fin Del Camino, de trabajar en conjunto, por primera vez... Para experimentar más a futuro el fruto de nuestra obra.

Hemos trabajado muy detalladamente, dando un toque distintivo de cada mente para crear esta entrada llena de toques enigmáticos y palabras introspectivas. El esfuerzo y el planteamiento que cada quien realizó en este proyecto fue muy accesible y todo fue llevado en paz. La sinceridad y perspicacia de Miriam Carapia, junto con la extroversión y disimulo de Lio dieron como resultado un reclamo hacia la sociedad existente sobre un mundo regido por las tristes elecciones del ser humano para llegar al orgasmo mental, en este caso, los bienes y peticiones de un tercer individuo en su haber.

Lo que deseamos dar a entender, es que no busquemos ese beneficio falso de nuestra imagen... El final mismo lo deshecha y crea un ambiente de alivio "controlado"... Esperemos que les guste”:


¿Por qué las personas esconden su angustia? ¿Por qué solemos amar las cosas o a las personas más que a nosotros mismos? Estas preguntas suenan normales para todos cuando se busca algo más que una simple satisfacción, pero ¿Será que no sabemos querernos porque eso no se enseña o porque somos demasiado idiotas como para saber lo que ocurre y cómo podemos arreglarlo, pero no hacemos nada al respecto?

Y es sabido por muchos que pensar solamente en algo o en alguien tiene sus consecuencias; podría decirse que tendemos a buscar, además del regocijo, un poco de sufrimiento para equilibrar el asunto, pero a diferencia de lo que muchos tienen en mente, y en esto entramos nosotros, por lo que hemos vivido a lo largo de nuestras vidas es que la felicidad no la puede ofrecer nada ni nadie más que nosotros mismos, nuestras acciones, nuestros éxitos y fracasos... No los de alguien más.

Si uno se pone a pensar, la parte esencial que olvidamos para caer en la misma trampa todo el tiempo es que aceptar lo que tenemos, sin importar lo que sea, es la clave para sobrevivir sin complicaciones. ¿Qué más podemos necesitar sino lo que nos ha regalado la vida? Y es ahí donde entran una serie de propuestas bastante superficiales (entre ellas, el gusto y la enferma exigencia de otro ser humano a nuestro lado).

¿Porque quién dijo que se necesita de una pareja para ser felices? Es acaso que sí necesitamos a alguien que nos lave y nos planche o será que le tenemos miedo a la soledad, a las maravillosas oportunidades que nos ofrece, la de darnos el espacio para conocernos a nosotros mismos, saber lo que necesitamos, lo que queremos, lo que deseamos llegar a ser. Porque entonces sí, cuando sepamos bien quiénes somos y lo que nos haría mejores personas, pero sobre todo, amarnos a nosotros mismos, llegaríamos a querer a alguien más, pero por lo que es, no por lo que nos pueda ofrecer para saciar nuestra sed de intereses.

Si se comienza por olvidar los bienes, tenemos la tarea de continuar la pesada carga de auto evaluarnos para dar lo mejor de si: Despacio y sin prisas, tratar de observar dentro de nuestras mentes y vaciar las molestas telarañas de ignorancia que ensucian el pensamiento y nublan la poca luz que hay en todas las personas...

No es una tarea fácil; todos tenemos nuestras viejas heridas, las que yacen en el fondo de nuestras almas y que puede que sea lo que nos esté molestando y no nos deje seguir en paz. Por eso, démonos un tiempo, para buscar en el baúl de los recuerdos... Por más duro que sea, la recompensa será mucho mejor...

Recordemos que al mundo vinimos solos, que solos moriremos y no es odio contra nadie, pero tal vez sea necesario que vivamos solos... Al menos por un tiempo. Y si estamos listos para vivir con alguien porque ese alguien nos ayuda a ser grandes y a no sentirnos desgraciados, ¿Por qué no aumentar esa felicidad viviendo a su lado? Es una decisión difícil, puesto que no sabemos en realidad cómo es la soledad y la compañía... Pensaríamos en algo ya establecido, pero no se acercaría a lo que en verdad sentiremos en esos momentos... Es algo complicado de explicar (y reflexionemos un poco, quizás es algo imposible de todos modos).

"En el final, ambos creamos una fusión de las últimas ideas de cada quien... Pondremos ambas para darle un final abierto a todos lo que lean nuestra voz...":


Entonces amigos, siendo sinceros, esa expedición a nuestros propios recuerdos nos darán un tiempo indefinido de exploración, mientras tanto, lo único que podemos hacer, es encontrar el coraje suficiente para aceptarnos tal cual somos, de la mejor manera, sin complicarnos la existencia, sufriendo por quienes no nos merecen... Después de todo algún día encontraremos esa verdad... Una verdad lejana que poco a poco se asomará con el paso de los siglos... Esperando ese tenue final que alumbra el conocimiento...

Entonces, amigos, siendo sinceros, lo único que podemos hacer mientras encontramos ese coraje que se debe tener para aceptarnos tal cual somos, esa expedición a nuestros recuerdos con defectos y virtudes, éxitos y fracasos... Nos darán un tiempo indefinido de exploración... Vivamos de la mejor manera; una verdad lejana sin complicarnos la existencia que poco a poco se asomará con el paso de los siglos, sufriendo por quienes no nos merecen... Esperando ese tenue final que alumbra al conocimiento... Después de todo, algún día tendrá que pasar.












Agradezco infinitamente la colaboración de Lio de Fin del Camino para esta entrada,  gran amigo, gran compañero,  pero sobre todo gran persona, que me ha apoyado en todo lo que he escrito y siempre me ha aconsejado, me ha dado su opinión y lo mejor, sus críticas constructivas. Es el principio de inumerables colaboraciones (Si el así lo desea él, hehehe). Acepté la colaboración gustosa porque debo decir que soy fan de su blog y les invito a que lo visiten.  http://game-over-and-get-out.blogspot.com/

miércoles, 12 de enero de 2011

Me sentí la más ruín y canalla de todas las mujeres... Me aseguré de que no estar en su campo visual, de que tuviera la atención en el anaquel del rincón, que estuviera demasiado entretenido como para notar mi ausencia. Lo pensé por menos de tres minutos, no pensé en la reacción que tendría, en lo que sentiría, en lo que iba a pasar. Volteé a mi alrededor un par de veces, que ni siquiera el empleado me estuviera viendo, por la vergüenza, por el qué dirán de esa chica que corre como si la persiguieran, como si la estuviera pasando tan mal y salí corriendo del lugar, tratando de cruzar el siga que ya estaba cambiando, entre la gente, entre la mujer que no me dejaba pasar por no quedarse un paso atrás, corrí, golpeando a todos con el bolso, pidiendo disculpas por los codazos, disculpas de sobra, disculpas que sin duda debí haberle ofrecido a él. Pero qué importa, corrí sin pensarlo, sin saber qué hacia, hacia dónde lo hacía, por qué lo hacía. Parecía todo planeado, que yo había planeado huir, entrar con él a ese lugar por si había algo nuevo, si yo sabia que no había nada nuevo, esperar a que se volteara para entónces emprender la huida. Corrí rápido, sobre un atardecer nublado, con sudor de miedo, corría pensando por qué corría. Corría con asco, pero no de él, sino de mí, de correr porque él no era quien yo quería que estuviera ahí.

viernes, 7 de enero de 2011

El tiempo pasa tan rápido que apenas ayer era verano, empezaba a conocer tu sonrisa y a reconocer tus labios. Comenzaba justo en las noches veraniegas a quererte despacio, despacito así encariñándome cada vez más de tu cielo y tus brazos.

Apenas ayer te quería, te deseaba tanto cada fin, que con cada beso, con cada broma y risas alborotadas me hacías tan feliz.

Apenas ayer podía, a medio día o a media noche, dar media vuelta en la cama y con mi cuerpo besar el tuyo, amarte una vez más, un poquito más.

Recuerdo muy bien lo que soñaba a tu lado, lo que esperaba que soñaras, estar juntos cada vez más, dormir unidos, el uno con el otro, robarme un poco de tu calor, hasta el indeseado despertar.

Cada vez más rápido abordabas mis sueños, aún estando despierta, fotografiando tus ideas, dibujando tus dulces pestañas, tocando con mis pies fríos los tuyos, no querer nunca abandonar tu almohada.

Apenas ayer te dije que te amaba, que esperaba me perdonaras, que parecía una locura estar tan enamorada, pero que no me importaba cuan desquisiada pareciera, nada de esto lo cambiaba.

Apenas ayer, justo ayer dije que te odiaba sólo porque no me quieres como yo esperaba que me amaras.

Hoy, tan de madrugada, me encuentro con sueño, frío de invierno y ganas de tí.

miércoles, 5 de enero de 2011

¿Desde cuándo las mentiras se convirtieron en nuestra lengua predilecta?

¿Desde cuando empezamos a hablar con tal de herir a alguien sin importar lo que esa persona sienta?

¿Desde cuándo empezé a creer en tus pretextos con tal de que estuvieras aquí y me dieras un poco de eso que me hacía tan feliz?

¿Desde cuándo dejé de ser yo misma con tal de estar junto a tí?

¿Desde cuando me di cuenta de que no valías la pena por el simple hecho de que no te interesa lo que yo sienta por tí?

¿Desde cuándo empezé a exigir preguntas sin yo dar alguna respuesta y creer ciegamente en lo que me podías decir?

¿Desde cuándo me di cuenta de que eres una mierda y que no importa nada de lo que yo haga con tal de verte feliz?

Nunca seremos quien fuimos y tampoco serán aquellos como queremos que sean. ¡Vamos, seamos felices! Después de esto.... ¿Qué más puede pasar?

domingo, 2 de enero de 2011

Si te lo preguntas, he roto tus fotografías, las cartas de amor y los versos que te escribí. Las entradas al cine, los de la feria y uno que otro recuerdo de ayer. Borré las caricias, los besos de media noche y los poemas también. Tiré a la calle tu aroma, el suave de tu pelo y los labios donde te besé. Escondí tu almohada, la sábana con que te tapabas y los discursos de amor. Al inodoro tus tennis de colores, el rastrillo para tu bigote y tiempos que soñé. Pero guardé tus sonrisas, los ojos de mirlo y la boquita de algodón, tu nombre en una caja y lo demás, a la ilusión.