Photobucket

miércoles, 29 de junio de 2011

Cuando te des cuenta de que lo tuyo soy yo, no vengas, que no te quiero hacer daño.

Cuando te des cuenta de que has perdido lo mejor que te podría haber pasado, porque nunca pudiste tener el valor de aquello superarlo, no vengas, que realmente, no te quiero hacer sufrir.

Y cuando te des cuenta de que lo tuyo soy yo y que perdiste el tiempo tratando de mejorar lo peor, no vengas, que no te quiero hacer daño, no te quiero lastimar.

No quiero enamorarte una vez más y ser de tí, sólo para después,verte sufrir porque ahora yo soy como tú, como siempre fuiste tú.

No quiero molestarte con mi amor, no quiero que te acostumbres a él y luego como si nada, se evapore entre mentiras que aprendí de tí.

Cuando te des cuenta de que lo tuyo soy yo, que  lo mío sigues siendo tú y que mi amor nunca se fue, no lo pienses tanto, ven a buscarme, que te estaré esperando...

jueves, 23 de junio de 2011

Mientras la lluvia se deja conocer como una cortina que se cierra, desde el cielo hasta la tierra y el cuarto se ilumina con la luz de Luna nueva, yo sólo pienso en cómo hacerte saber que te quiero.

Mientras recuerdo cómo fue que te enamoré alguna vez y en todo lo que escribí para tí mientras tú dormías junto a mí, sólo pienso en decirte que te quiero.

Y mientras pienso en eso que te quiero decir y en lo mucho que te quiero volver a sentir, trato de idear un plan maestro, donde no te enteres de nada de esto y sólo pueda saber si tú también me quieres a mí.

miércoles, 1 de junio de 2011

Sé de buena fuente
que me has olvidado
que te gusta el olvido
y de mí, fue así.

Se dice
que has cambiado demasiado
que ya no usas el pelo largo
y ahora te abrigas al salir.

El vello en tu rostro 
ya no existe
y el brillo de tus ojos
alumbran tus noches sin dormir.

Sé de buena fuente
que ahora ríes discretamente
ya casi no muestras los dientes
y te vas sin despedir,
que cantas mis canciones favoritas
que lees mis poemas más suicidas
y oras antes de dormir.


También sé de buena fuente
que ahora comes a puñados
los dulces que te había regalado
que no has roto mis fotografías
y que, tal vez, sólo tal vez,
me sigues amando a mí.