De qué me ha de servir vivir eternamente,
si tu recuerdo me mata
y por más lejos que esté de tu encuentro
esta pena regresa y acumula su estancia.
De qué me ha de servir amarte,
si tú has olvidado mi amor
vives en tu mente infantil
y a mí, me dejas sin razón.
De qué me sirve tratar de vivirte,
si tú vives tu propia historia,
una diferente y sin testigos
lejos de la mía y de lo que me provoca.
De qué me ha de servir tratar de enamorarte,
vivir en este único sueño
querer vivir un mundo a tu lado
para gozarlo a cada instante
tomada de tu mano.
De qué me ha de servir esperarte
escribirte poesías desesperantes
si tú no me perteneces
aún estando unos mílimetros a tu lado.
Basta de querer hacerte mío,
basta de esperar algo que es imposible,
la vida no nos hizo para vivirla juntos,
la vida. . . me jugó una mala pasada.
Muy bellos versos. Enhorabuena por jugar de esa manera con las palabras.
ResponderEliminarSaludos,
Sara.